GRETCHEN:
Recibió el aloinjerto de membrana amiótica Allowrap®

gretchenEmpezar con el pie derecho después de un trasplante de tejido

Tener dificultad para encontrar el calzado adecuado es algo con lo que la mayoría de las personas pueden identificarse; no obstante, en el caso de Gretchen McGoffin, el uso del calzado incorrecto fue la causa de que tuviera malestar y ardor constantes.

“Al investigar acerca de mi diagnóstico, descubrí que la causa de un neuroma de Morton suele ser el uso de zapatos inadecuados durante toda la vida: los verdaderos culpables fueron los tacones altos que comprimen los dedos”, explicó Gretchen.

La Mayo Clinic describe la afección de Gretchen, que se conoce como neuroma de Morton, como el engrosamiento del tejido que rodea uno de los nervios que llega a los dedos del pie. Esta afección puede causar ardor y un dolor agudo en el metatarso. También puede causar punzadas, ardor o una sensación de adormecimiento en los dedos.

En los últimos 10 años, Gretchen consultó a varios podólogos debido a un dolor agudo que sentía en el metatarso del pie derecho, un dolor que se asemejaba mucho a una descarga eléctrica. Después de varios pares de plantillas ortopédicas para los zapatos y muchas inyecciones de corticoesteroides, Gretchen ya no lograba aliviar el dolor. El malestar se había vuelto una presencia persistente y constante en su vida, independientemente del calzado que usara, así que decidió consultar a un podólogo y cirujano, el Dr. Alan Ng.

“Me hicieron una resonancia magnética, que reveló no uno, sino dos neuromas de Morton en mi pie derecho. Había uno más grande entre el segundo y el tercer dedo y otro más pequeño entre el tercer y el cuarto dedo”, cuenta Gretchen.

Tras revisar la resonancia magnética, el Dr. Ng recomendó extirpar los neuromas en dos procedimientos independientes, debido a una afección subyacente de la circulación que podría haber provocado más complicaciones para Gretchen. Su plan era extirpar primero el neuroma más grande y envolver la terminación del nervio con AlloWrap®, un aloinjerto hecho con membrana amniótica humana de una placenta donada directamente tras el nacimiento de un niño.

Era la primera vez que el Dr. Ng iba a usar tejido amniótico para ese procedimiento en particular, pero estaba seguro de que, al usarlo para envolver la terminación del nervio donde había estado el neuroma, podría prevenir la formación de tejido cicatricial, lo cual puede causar dolor en el lugar de la cirugía.

“La recuperación tras la extirpación del primer neuroma transcurrió rápido y con poco dolor. Usé un calzado posquirúrgico durante un par de semanas; luego, zapatos holgados durante varias semanas más; después pude caminar sin dolor y empecé a hacer ejercicios ligeros. Alrededor de la octava semana, me autorizaron a reanudar mis actividades normales”, cuenta Gretchen.

El procedimiento al que se sometió Gretchen fue todo un éxito y, a pesar de que aún tiene el neuroma más pequeño, puede caminar sin dolor y disfruta de un estilo de vida activo, que incluye hacer senderismo y gimnasia aeróbica, practicar yoga e incluso usar tacones altos de vez en cuando. Está eternamente agradecida por la donación, ya que contribuyó a que volviera a tener una vida normal.

Antes de su cirugía, Gretchen conocía el concepto de donación de tejidos por su trabajo en AlloSource, uno de los bancos de tejidos más grande del país.

“Tomé la decisión de ser donante de órganos y tejidos muchos años atrás. Solo después de recibir el tejido donado, y gracias a mi trabajo en AlloSource, descubrí la importancia y el impacto que tiene esta decisión”, expresó Gretchen.

Para Gretchen, el futuro es promisorio. Se siente entusiasmada y agradecida por haber recibido el regalo de la donación de tejido por segunda vez en su vida.